La activista y académica norteamericana Angela Davis (1944) emprende muy joven la escritura de este libro, publicado por primera vez en 1974, y lo hace a petición de sus compañeros en el movimiento de liberación negro. Asume el compromiso con la intención de dar a conocer, más allá de su peripecia personal, un episodio emblemático de aquellas luchas en el que la solidaridad nacional e internacional fue capaz de torcer la táctica represiva del estado. La versión española de Capitán Swing acaba de aparecer en 2016 con un prólogo de Arnaldo Otegi y traducción de Esther Donato.
Angela Yvonne Davis nació en Birmingham (Alabama) en una familia de clase media negra. Un capítulo nos acerca a su infancia, marcada por la pesadilla de la segregación: “En el sur de Estados unidos muchos niños aprendimos a leer las inscripciones ‘Negros’ y ‘Blancos’ mucho antes que cualquier otra cosa.” En la escuela es educada en el culto al esfuerzo que ha de conducirla al triunfo, pero ella en seguida se da cuenta de lo injusto de un sistema racista que pone el listón mucho más alto a unos que a otros. Su sueño es llegar a ser pediatra, y con el apoyo de su familia no ve difícil conseguirlo. Ama la lectura y soporta las clases de piano y danza que le imponen. En la escuela y luego en el instituto, odia sobre todo la violencia que surge entre los chicos negros, y hace lo que puede por atajarla.