La
crítica literaria de la novela “Patria”
de Fernando Aramburu supongo que la harán personas más competentes que yo por
lo que, a este respecto, me limitaré a algunos comentarios de lector para
centrarme más en el universo social y político que nos dibuja.
La batalla del relato político
Si la
novela de Fernando Aramburu ha tenido tanto éxito de ventas y crítica y causado
tanto impacto será porque algo ha hecho bien pero, sobre todo, porque –dada la
interesada promoción y las críticas laudatorias, muchas de ellas muy exageradas
tanto en lo literario como lo político- le ha venido bien al stablishment, especialmente en la
llamada batalla por el relato sobre la situación dramática que se ha vivido en
el País Vasco, pero también en España en los últimos 40 años.
Una
batalla en parte inútil porque siempre habrá relatos en plural, y el que
plantea Aramburu es uno más y, por lo que explicaré luego, bastante parcial y
maniqueo, que mezclando prejuicios y verdades absolutas que no lo son tanto,
nos presenta un país irreconocible que se parece, en los comportamientos
colectivos, más a la Sicilia de la mafia y la omertá que a la sociedad vasca permanentemente movilizada desde
1978 protestando por los desmanes de uno y otro lado.