
Se trata de un libro inquietante. Escrito por un Coronel del
Ejército norteamericano, analiza de manera documentada la evolución del
pensamiento militar de León Trotsky hasta el triunfo de la Revolución Rusa.
Desde el otro lado de la barricada, Nelson descubre la profundidad del
revolucionario ruso como teórico militar, como estratega y “general”
revolucionario.
Si la insurrección de Petrogrado de octubre de 1917 pone de relieve la talla de Trotsky como estratega, sus análisis sobre la Primera Guerra de los Balcanes (1912-13) ya lo muestran como precursor de temáticas que serán fundamentales para el análisis del fenómeno de la guerra en el siglo XX, y que décadas después desarrollarán autores como John Keegan o Michael Howard1.
Si la insurrección de Petrogrado de octubre de 1917 pone de relieve la talla de Trotsky como estratega, sus análisis sobre la Primera Guerra de los Balcanes (1912-13) ya lo muestran como precursor de temáticas que serán fundamentales para el análisis del fenómeno de la guerra en el siglo XX, y que décadas después desarrollarán autores como John Keegan o Michael Howard1.
Desde este punto de vista, no llama la atención el interés
de un militar como Nelson en la obra del fundador del Ejército Rojo. Tampoco
sería el primero en tener esta inclinación; la tuvo, por ejemplo, el
diplomático e ideólogo de la estrategia norteamericana de la “contención” en la
Guerra Fría, George Kennan 2.