Alguien | Antes de cumplir los 30, cuando se le
preguntaba por las posibilidades de que el cine español llegase algún día a
alguna parte, Luis Buñuel (1900-1983) se mostraba escéptico:
“Ni las presiento. Quizá con el tiempo salga
del paso lo mejor que pueda. Me parece esta una cuestión de clima, de historia,
de raza, de geografía. Si me preguntaran en Norteamérica por las posibilidades
de que los Estados Unidos lleguen a ocupar un alto puesto en el mundo de la
pintura, respondería al instante: Nazcan ustedes como nosotros, españoles
o italianos".
Para Buñuel el cine no fue arte, no al menos en el
concepto tradicional de arte que se manejaba entonces. “Es una industria. Nace
del estándar, de la división del trabajo”. ¿Y el arte te interesa?, le
preguntaría Dalí, todavía su amigo antes de causarle problemas en EEUU por
airear su anticlericalismo, el peor pecado para el imperio: “Nada, y aún menos el artista”.