Reinaldo Spitaletta |
Los periódicos de ayer, cuando se tiene la mirada del historiador o, en
otra dimensión, la del poeta, sí son interesantes. En ellos, o en la visión de
los que los escribieron, se alberga una memoria, tal vez parcial y delimitada,
de episodios, costumbres, modas, modos de ser, y también de vidas que
posiblemente ya no son cuando el ojo avizor del indagador se topa con ellas.
A
veces, una noticia (que ya ha dejado de serlo) se convierte en una fuente de
emociones, hipótesis, búsquedas y rastreos, para intentar respuestas, para no
dejar en el oscuro olvido una situación, que es, quizá, la que animó a Patrick
Modiano cuando se encontró en un ejemplar del
Paris-Soir del 31 de diciembre de 1941, el anuncio dramático de la
desaparición de Dora Bruder,
“de 15 años,
1,55 m, rostro ovalado, ojos gris-marrón, abrigo sport gris, pullover burdeos,
falda y sombrero azul marino, zapatos sport marrón”.