David Becerra |
Las efemérides, aunque la más de las veces sólo dan lugar a la
publicación de libros más oportunistas que oportunos, que buscan abrirse un
hueco en el mercado literario, aprovechando la celebración de uno u otro
centenario, en ocasiones nos brindan la posibilidad de volver a acercarnos a
autores para redescubrirlos. Es lo que sucede con la biografía
Julio Cortázar: de la subversión literaria
al compromiso político, escrita por Raquel Arias Careaga y publicada por la
editorial Sílex en la fecha en que se cumplen cien años del natalicio del
escritor argentino.
Hay dos modos de leer una biografía. O bien, con la vocación
del voyeur que, tras la protección que le conceden los visillos, espía las
rupturas y reconciliaciones de sus vecinos, como quien espera encontrar
episodios turbios y espinosos en la vida de un autor; o bien tratando de
encontrar, en su biografía, una dialéctica entre el individuo y la sociedad, o
más ampliamente, a un autor que vive históricamente su vida, participando de sus
tensiones, de sus conflictos, de sus contradicciones.