Paco Marín | Algunas
veces, entre los libros que te llegan, te encuentras sorpresas que hacen
restregarte los ojos. Mira uno de los libros, el título te llama la atención,
por lo que sea, comienzas a leerlo, te sorprende; vuelves atrás, efectivamente
habías entendido bien lo leído; vas leyendo con avidez, con sobresaltos, con
asco, con miedo, te preguntas: ¿cómo es posible?, no puedes dejar de leer.
Sigues y, de pronto, te brota una media sonrisa, te relajas, sonrisa entera, te
ríes, te vuelves a preguntar: ¿cómo es posible?, sigues hacia el final de la
lectura; piensas: ¡qué pena! Acabas, miras al cielo y mil cuestiones te asaltan
y vuelves a interrogarte: ¿cómo es posible? Esa fue la secuencia de mi
lectura de Calla y respira. Una historia que hace reconciliarte con
algunas personas y “¿odiar?” a otras. Situemos temporal y espacialmente la que
se narra en ella.